LA ÚLTIMA REFORMA Parte 2
APÓSTOL DOCTOR JOSÉ LUIS DE JESÚS MIRANDA JESUCRISTO HOMBRE
18 de noviembre de 2012
Sinopsis de la Primera Parte.
Nosotros… atiendan, queremos hacer lo que Dios diga. Si Dios dice que hay levantar una iglesia en Bogotá, nosotros estamos sometidos. En un dos por tres, por obra del Señor, lo hacemos. Naturalmente, tenemos que tener esa confirmación, porque nosotros andamos en obras preparadas de antemano, no podemos hacer obras nuevas.
El tema de hoy es La última Reforma, a la iglesia cristiana por todo el mundo. Usted está siendo partícipe de esta reunión que es una reunión histórica.
Mírenme acá ahora. Los cristianos de hoy no saben no saben por quién Cristo murió. Ellos piensan que Cristo murió por todo el mundo.
Mateo capítulo 20, verso 28.
“Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por, ¿todos?, por muchos.”
“Por muchos”.
Cristo no derramó sangre por todos los hombres. Si Él llega a derramar sangre por todos, a todos salva.
Romanos capítulo 5 en el versículo 15.
“Pero el don no fue como la transgresión, porque si por la transgresión de aquel uno murieron… los muchos, abundaron mucho más para… los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.”
Atiéndeme bien. Cuando Adán pecó, él no constituyó a todos los hombres, pecadores, él constituyó a ‘muchos’ hombres, pecadores.
Caín representa, Caín es hijo del diablo. Entonces, qué pasa, que como Caín viene de su padre el diablo, Caín cuando vio a Abel, dijo: -Ummm, esta es la simiente de Dios en la tierra. Hay que liquidarlo-, y enseguida lo mató.
Había un hombre en una finca y entonces pues, sembró semilla buena -ese es Dios-, pero entonces, cuando se acostó a dormir, vino el maligno y sembró semilla mala, cizaña. El trigo y la cizaña.
Entonces, vino Pedro y le dijo: -Pues, eso hay que sacarlo. Y, Él dijo: Up, no te metas. Tú no puedes hacer eso. -Pero, ¿cómo vamos a permitir que las dos simientes estén juntas? -Déjalo así, que los ángeles de mi Padre, al final, ellos separaran las ovejas de los cabritos.
Oye. Él no viene a cambiar lobos en ovejas. No. Él no viola esas cosas. El que es lobo, lobo es. El que es oveja, oveja es. (Aplausos)
Atiéndeme bien, porque el sistema no entiende estas cosas. Él dice: -Yo vengo a buscar a mis ovejas que están descarriadas. Son de mis ovejas, yo las vengo a buscar. Mis ovejas oyen mi voz.
Tú siempre fuiste oveja. (Aplausos)
- Pastor, ¿y, cuándo Dios creó mi espíritu?
Imagínate, que yo me ponga con Dios: -Señor, ¿y cuándo tú metiste el espíritu, cuando mami y papi me procrearon?
Entonces, Dios me va a contestar: -José Luis, yo no estoy creando espíritus en el 1946, cuando tu naciste. Yo cree los espíritus antes de la fundación del mundo.
Continuamos con la Segunda Parte…
Diga conmigo: YO SOY UN ESPÍRITU QUE VIVO EN UN VASO DE BARRO. A eso Dios le llama ‘el tesoro’. “Tenemos este tesoro en vaso de barro para que la excelencia sea del poder de Dios.”
Atiende bien, entonces qué pasa. Hubo una desobediencia, Satanás, con su proyecto, él dijo: -Yo me quiero robar la patenta. Tengo que buscar la forma de que Eva coma. Yo tengo que penetrar el vientre de Eva. Yo tengo que colarme, mi simiente tiene que ir por ahí-.
No me da tiempo a hablar del estudio de las dos simientes, nosotros tenemos muchos estudios de esos, pero claros, sin dudas. Muchísimos, que tú entiendes que hay dos simientes.
Ahora, atiende bien. Cuando Cristo vino a morir por muchos, ¿qué ‘muchos’ fue por los que Él vino a morir?
Atiéndeme bien. ¿Tú sabes por qué Cristo no pudo derramar sangre por todos? Porque los hijos del diablo están en esta tierra.
-Ay pastor, pero qué feo se oye eso. Hay hijos del diablo aquí. ¿Tú sabes lo que dijo Pablo? Oye, Pablo dijo: “Hermanos, oremos para ser librados de hombres malos y perversos, porque no es de todos la fe”, porque entran a las iglesias.
¿Tú sabes cómo la simiente de Caín sobrevive en las iglesias? Con mandamientos; no te pongas, no vayas allí. Todo eso lo imita el hijo del diablo, ellos lo pueden imitar. Lo que el hijo del diablo no puede comer es esto que nosotros hablamos. Esta palabra, ellos no se la comen, porque esto los identifica. Esta es la forma de identificar los lobos y las ovejas. Sólo el que come esta palabra son los que son ovejas. Se gozan en el Señor.
Ah, y lo sabían ya. Yo he conocido pastores que me han dicho: -Pastor, yo me sospechaba que esto era así, pero no me atrevía decirlo. No me atrevía, pero ya que usted lo dijo, usted lo hizo, lo verbalizó. Pero, eso yo lo tenía en mi espíritu, pero no lo sabía ponerlo en palabras.
-Pastor, entonces, hay dos simientes en esta tierra.
Mira, el ladrón en la cruz fue un grito a la humanidad que habían dos ladrones. ¿Había dos ladrones? Y, por qué uno tiene que decir al otro: -¿No temes tú a Dios mismo?
¿Dónde cogería estudios bíblicos ese ladrón? Pedro no sabía que él era Dios y el ladrón lo supo por revelación.
Aquello fue un grito a la humanidad: Hay dos simientes y aquí yo he muerto por la mía.
Ahora, atiende lo que te voy a decir. Oye, aquí sí que te tienes que agarrar las faldas y los pantalones. Oye, cuando Cristo murió, dice que con el gozo puesto delante de él. ¿Tú sabes cuál fue el gozo puesto? El vio el libro de la vida. Cuando él vio todo eso, dijo –ah, santo, yo voy a morir por este- pon tu nombre ahí –entonces, dice por el gozo puesto, él dice que sufrió muerte y muerte de cruz.
Ahora, agárrate ahora. Oye esto. Allí Él consumó la obra, o sea Él le robó a Satanás, o sea, todo lo que Adán echó a perder, los muchos, todos fueron salvos allí, pero yo no lo sabía. En la consumación de los tiempos de los tiempos, un día, los ojos del entendimiento se alumbraron por el Espíritu Santo, pero yo no fui salvo en el 66, yo fui salvo hace 2,000 años atrás en la cruz del Calvario.
Tú sabes que uno en su ignorancia, dice: -Hermanos, cuando yo acepté al Señor en el 19… tanto.
Qué pobre es esa fraseología. Ese no es el idioma del reino: -Cuando yo acepté al Señor.
¿Tú sabes lo que dijo Cristo? “Ustedes no me escogieron a mí. Yo os escogí a vosotros.” (Aplausos)
Lo que pasa es que tú te crees que fuiste tú. Tú te crees que fuiste tú. Porque el líder aquel dijo: -Hermanos, todos los que quieran aceptar al Señor, levanten la mano-, y tú la levantaste, pero es que el espíritu ya te despertó.
Atiende bien, Efesios 2:1 dice que antes tú estabas muerto en delitos y pecados. Espiritualmente, tú no podías aceptar una decisión espiritual. Tú tenías libre albedrío para escoger lo malo, pero lo bueno, fue Dios que en el debido tiempo, en el cumplimiento de los tiempos, Dios se manifestó a tu vida.
Entonces, vamos ahora a una Escritura que va a aclarar todo lo que yo he dicho en los últimos cinco minutos, que me desvié del estudio, Romanos capítulo 9, verso 14.
Dice:
“¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios?”
¿En cuántas maneras?
“En ninguna manera.”
¿Dios es injusto?
Cuando Él dice que te predestinó y te conoció antes de la fundación del mundo, ¿hay injusticia en Él?
La gente dice que hay injusticia, por eso es que los pastores no hablan de predestinación. Ninguna iglesia lo predica, y cuando tú hablas con ellos, te dicen –no, yo sé que eso es así, José Luis, pero eso no lo hablamos, eso lo dejamos a puertas cerradas.
-Pero, ¿por qué? ¿Usted no cree que es la verdad? -Es la verdad, pero no se puede decir. -Entonces, ¿qué se puede decir, la mentira? -Bueno, no. Hay que entretener la iglesia con el evangelismo, con “el diablo te está velando”, con “Cristo viene y te quedas”.
Y tú le dices: -¿Y, no se le puede decir otras cosas? -No, porque eso es para el Comité de Teología de la iglesia.
Eso fue lo que no te dijeron a ti, y yo te lo dije en media hora de lejos con un casete, y mira, estás aquí hoy. Las ovejas están gritando por la verdad. Qué tienen que estar escondiéndole las cosas.
Mire, yo he conocido, pero montones de pastores que llegan a Miami y me dicen: -José Luis, tú te crees que estás diciendo algo nuevo. Eso está ahí. -Y, ¿por qué no lo dijo usted?
Los pastores están asalariados, tienen miedo. ¿Tú sabes cuantos pastores me han dicho a mí –pastor, no diga mi nombre, porque puedo perder mi salario-. Me han dicho –pastor, yo sé que eso es así, pero si lo digo me botan del concilio-. Eso es estar asalariado.
-Pastor, ¿y si me botan? Eh, ahí es que se ponen los ángeles contigo a hacer provisión. Vas a ver dinero, de donde tú nunca has visto. (Aplausos)
Cuando yo conocí esta verdad, muchacho, me tiré de cabeza, con todo y tenis, como dicen en Puerto Rico. Si yo lo que quiero es la verdad. Yo no puedo darme el lujo de estar en mentira, porque la mentira, eventualmente, me va a hacer daño, a mí, a mi familia, a mi ministerio. Yo tengo que andar ciento por ciento en la verdad.
Otros dicen: -No, pastor, hay que tener un balance. Dios no tiene balance. Dios tiene extremos; o la verdad, o la mentira. Y tú tienes que identificarte con la verdad. (Aplausos)
Si yo conozco una verdad, los hermanos saben en Miami, que yo, si conozco una verdad la digo explote por donde explote. Yo he dicho cosas que es para que los hermanos pararse e irse y dejar la iglesia, quedarme sin uno. Pero como es la verdad y la verdad es por la verdad, todos los que aman la verdad se quedan firmes.
Vamos a ver lo que dice Romanos 9: 14.
“¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera.”
Los romanos pensaron –Pablo, si es así como tú dices, entonces hay injusticia-.
Entonces, Pablo le contesta a Roma. ¿Qué había en Roma? ¿Por qué Pablo le habla a Roma así? Porque en Roma había unos tentáculos que iban a cubrir el mundo entero con religión.
Mire, yo soy puertorriqueño y en la casa de mis padres, cuando yo venía de la escuela, yo tocaba a la puerta y había allí un letrero que yo tenía que leer, que decía: “Yo soy católico, apostólico y romano”. Y yo decía: -¿Romano? ¿Romano? Yo no tengo nada de romano, si acaso, mis raíces están en España. Pero, ¿yo, romano?
Pero, por eso es que a Roma se le habla de esta forma, porque ya Pablo percibía en el espíritu que pronto la religión iba a coger estas verdades y las iba a ocultar. Entonces, lo que iban a predicar era religión por todas partes y no la verdad. Los romanos era la gente más religiosa que tú puedas ver.
Mira, cuando Pablo habló de gracia, enseguida dijeron: -¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley?
Y, Pablo les dijo: -En ninguna manera.
Pero, los romanos decían: -Si estamos salvos como tú dices, entonces se puede ir a pecar. Entonces, es una licencia para pecar.
Y, Pablo les dijo: -En ninguna manera, si los que hemos muerto al pecado, cómo vamos a perseverar en una estupidez así, si estamos muertos al pecado y salvos para siempre.
Pues, a Roma es que hay que hablarle así. Y, tú has sido envenenado por el romanismo, aunque tú no quieras creerlo. Las iglesias protestantes tienen una mezcla de romanismo tremendo. Una mezcla, que si yo te las digo en esta tarde, tú me vas a decir -¿pastor, de verdad? -Bueno, vamos a la Biblia. Y tú las vas a ver y vas a decir: -Dios mío, ¿pero qué es esto? -Bueno, esta es la última reforma a la iglesia de Jesucristo.
¿Tú sabes lo que dicen en Miami? –Pastor, ¿y si usted es uno de esos falsos profetas que vendrán en los últimos días, predicando falsas enseñanzas?
Y, yo les digo: -Pero, mira, tú has descubierto que las falsas enseñanzas las tenías tú no yo. Yo traigo las verdaderas (muerta la Biblia).
Mire, desde el 1900 la iglesia fue engañada. En el 1900 se registraron religiones de todas clases, de ahí fue que salieron todos estos concilios, y empezaron a viajar y a decir cuentos y palabrerías y denominaciones; la denominación tal y la denominación tal, este cree así y este otro cree de la otra manera. Tienen el cuerpo partido en mil pedazos.
Esta es la única enseñanza que une a todos. Une a todos.
Vamos al verso 15, Romanos 9:15, dice:
“Pues a Moisés dice…”
Después que pregunta: “¿Hay injusticia en Dios? En ninguna manera.”
“A Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.
Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.”
Tú sabes que si Moisés llega a entender “las dos simientes”, pero como nadie sabía estos misterios, esto es ahora el nuevo pacto quien los explica. Si Moisés llega a entender las “dos simientes”, hubiera entendido –caramba, si Faraón viene de Caín, este es un bandido, como quiera el corazón se le va a endurecer-. Pero, para Dios glorificarse con esos hijos del diablo -porque Dios los usa, Dios es dueño de todo, Dios se glorifica-, pero si Moisés llega a entender estas dos simientes, Moisés entraba en reposo, que nunca pudo entrar.
Hubiera dicho: -Olvídate, que aquí lo que está escrito es lo que es, el que nació para martillo, del cielo le caen los clavos. Ahora, ¿qué vamos a hacer? -Pasa. Y si de momento lo detienen y le dicen: -No pases. -Está bien. No te ocupes que a mí me bajan los clavos, porque yo soy martillo.
Pero, como él no lo sabía, el pobrecito estuvo luchando ahí. Porque es que estas cosas no se podían revelar. Por eso, Pablo dice: La sabiduría predestinada que ahora es revelada a nosotros los gentiles.
Entonces, aquí Pablo está hablando de las dos simientes, y utiliza a Faraón para dar una idea de lo que estaba pasando. Pero, prepárate para lo otro, mira lo que viene por ahí.
Dice, verso 19:
“Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? Porque, ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?
¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa…”
Oye esto, este es el vientre de Eva. Recibe. Oye.
¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra, Abel y otro para deshonra, Caín?
¿Y, qué si Dios, queriendo mostrar su ira…”
Oye, Dios airado con la simiente del diablo, por eso fue que no derramó sangre por ella.
Mira, dice:
¿Y, qué si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para… destrucción?”
-¿Pastor, seres humanos preparados para destrucción? Vasos, y después te va a decir que no son vasos de tiesto de barro, está hablando de seres humanos, lo vas a ver ahora mimo.
Pero, nota esto que los que se va a perder son para Dios mostrar su ira en los que se pierden.
-Pastor, ¿Dios mostrando ira en los que se pierden? Si son hijos del diablo. ¿Qué tu quieres? Que Dios forme un reino, como ese reino nuevo que viene, maravilloso. Oye, eso va a ser una cosa tremenda, con cuerpos nuevos, eso va a ser una cosa maravillosa. Lo que te han dicho por ahí no se compara, si no entienden gracia cómo van a entender escatología y todo lo que ten hablado, no saben nada. No entienden a Romanos 3, no entienden nada. Los que te han hablado a ti de la venida de Cristo, desconfía. Lo que te han dicho hasta ahora, no lo descartes, espera hasta que la gracia te lo explique.
Pero, ¿tú sabes ese reino maravilloso que viene y que ahora se cuelen en el reino los lobos? Nosotros no queremos lobos allí, nosotros queremos ovejas. Imagínate que nos metan lobos allí, el lobo siempre es lobo. Un lobo se te puede vestir de oveja, pero no se va a comportar como oveja. Un día te saca las garras, porque su naturaleza es mala.
Ahora, mira lo que dice aquí, verso 23, esos somos nosotros. Dice:
“Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia, oye, que él preparó…”
¿Los otros días?
“…de antemano para gloria.”
Oye esto:
“A los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles.”
Hay vasos preparados para destrucción, aunque a ti no te guste, aunque en tu teología no quepa, vas a pelear conmigo, vas a pelear contigo, para después a los dos ó tres años decir –José Luis tenía razón- pudiendo adelantar el camino ahora y salir de todas las mentiras que te ha enseñado la religión.
Mira, por más que tú lo pongas, tú tienes que entender que hay vasos de ira preparados para destrucción. ¿Sí ó no? ¿Lo dice la Biblia?
Oye esto. Atiende. Jesucristo –refiriéndose a “los muchos”, refiriéndose a la simiente de Él-, tú sabes que Jesucristo no puede permitir que ninguno de los que Dios escogió de antemano, que escribió su nombre en el libro de la vida, ninguno se puede perder.
Oye esto, si se pierde una oveja, entonces él pierde el título de “el buen pastor”.
¿Tú sabes lo que él dijo de los predestinados y escogidos de antemano? Él los comparó con 100 ovejas. ¿Y, tú sabes lo que él dijo? “Yo soy el buen pastor y mi vida doy por las ovejas.”
Una hermana pregunta: -¿Y, si se descuida la salvación? Eso va en el tema la disciplina y corrección de Dios. Cuando un creyente, una oveja se comparta mal, dice al que él toma por hijo, a ese, disciplina, corrige y azota; pero no se puede perder. (Aplausos)
(Otra pregunta en la audiencia) -Pastor, y eso que dice que el justo con dificultad se salva. ¿Por qué es con dificultad?
Ella pregunta por qué dice “el justo con dificultad se salva”. Atiende bien, el justo no se salva por dificultad, él se salva por la sangre de Cristo.
-Pastor, ¿y de qué está hablando ahí? Está hablando del segundo aspecto de la salvación, que el justo tiene dificultades en su salvación, luchamos aquí. Pero, no estamos luchando para salvarnos. La salvación tiene tres tiempos: tú fuiste salvo, ya de la potestad del diablo, tú fuiste salvo; pero está el segundo aspecto de la salvación, vivir en salvación, pero a veces tenemos dificultades. Por eso “el justo con dificultad se salva”, está en luchas, en pruebas, en malos entendidos.
Y, el tercer aspecto que es la consumación, que es para nosotros, porque Dios dice “que a los que antes conoció, a estos llamó, a estos predestinó, y a los que predestinó, a estos llamó, a estos justificó, y a los que justificó, a estos glorificó. Si Dios es por nosotros, quién contra nosotros”. (Aplausos) |